martes, 17 de julio de 2007

“LA AUTORIDAD ESCOLAR ¿CÓMO LA VEN LOS ADOLESCENTES DE HOY?
Por Rosa Bergamini y Ana Robertazzi
La presente síntesis es un producto del trabajo de investigación radicado en el IFD Nº129 que emprendimos en el año 2006 y tiene cómo preocupación central conocer los criterios con que los estudiantes evalúan la autoridad escolar actualmente. El marco de referencia abarca textos provenientes de la psicología y de la pedagogía, como de pensadores que desde otros ámbitos han realizado aportes para la comprensión de las nuevas subjetividades de los alumnos del Polimodal.
El campo de trabajo se concretó en observaciones de clases y en entrevistas con alumnos del nivel secundario de Junín.
Las condiciones de vida actuales, según Lucía Rabello de Castro, establecen nuevos parámetros para la relación entre el adulto y el niño/adolescente, realineando las posiciones que, en general habían predominado entre estos pares, tales como la de educador y educando, la de experimentado e inexperto, maduro e inmaduro, respectivamente.
Estos adolescentes, ¿con qué criterios evalúan la autoridad escolar?. ¿Qué imaginario relacionado con la autoridad se pone en juego?
Decía un alumno “…
“....son así (los profesores y los directivos), como se creen superior porque tienen un rango dentro de la escuela...Nosotros somos un individuo más...sos una cosa”...
“... por ahí vamos con un problema a dirección, y no, tienen que hablar con, y no, y por qué no hablan con…Estamos dando vuelta toda la mañana o toda la tarde por un problema y se van pasando…” Los alumnos advierten una posición de cerramiento en quienes ellos esperan que los tienen que oir.
“...Por ahí si vienen los padres lo cambian, pero hay que hacer un lío bárbaro... pero por qué llegar a eso, nos tendrían que dar bolilla a nosotros... pero no, claro, tienen que venir los padres para que …”

Reclaman a los profesores y directivos que se les conceda la posibilidad de compartir, de estar informados, de ser responsables de algunas gestiones y creaciones consensuadas.
En la construcción de la representación de la autoridad escolar aparece con fuerza la idea de ser respetado, de que los traten bien y ser escuchados

“…vos podés tener autoridad llevándote bien, siendo bueno. No tenés que ser malo, poner unos o gritar para tener autoridad, porque va a ser peor…”

Algunos estudiantes se rebelan, se resisten a este trato, al decir de ellos se “amotinan”, no trabajan, no participan en clase, no resuelven las tareas.


Ser persona en la escuela

En la mirada de casi la totalidad de los estudiantes que participaron en el trabajo de campo, la autoridad se respalda en el reconocimiento y el trato igualitario de los docentes hacia los estudiantes, lo que se instituye como basal para la producción de la representación que estos últimos hacen de la autoridad y es posibilitadora de la convivencia escolar, al decir de Belgich.

“Somos un grupo chico, es como que no hay conflictos, yo en lo particular me siento bien con los profesores que tenemos, hay una buena relación, no es una relación como en una escuela más grande, donde es mucho más fría la cosa, acá es mucho más cerca, somos menos chicos, es un tipo de relación más cercana …la profesora se toma su tiempo para explicarle a cada uno…”
Los educandos otorgan el derecho a la influencia, propio de la autoridad, al docente poseedor de metas orientadas al reconocimiento de los alumnos como personas y facilitadoras de su desarrollo.
Como dice Vogt, W (pag. 61) la autoridad educativa es expresión de la personalidad individual e irradiación de una actitud humana. Estas conclusiones parciales adquieren un carácter provisional, pues el trabajo de campo continúa en curso.